MANSILLA, JOSÉ. 2000. RELATOS EN EL SUR DE AYSÉN. LOM EDICIONES LTDA.

EL OJO

(Mentira de Moisés Henríquez Urrea, Cochrane; en Mansilla, 2000:p43)

“Un hombre, me contaba que fue a correr unos caballos a un cerro con otro, y salió corriendo el caballo falda abajo, llegaba a volar y en uno de esos saltos que daba el caballo por encima de unos palos se la saltó un ojo o sea pasó un palo y psst, saltó un ojo. Entonces se dio cuenta cuando estaba a la orilla del río que miraba.”

EL CORAZÓN DE CHILENO

(Mentira de Adelaida Vargas, Villa O´Higgins; en Mansilla, 2000:p44)

“Le preguntó un soldado a su jefe: de qué lado se pone uno la escarapela. Entonces le dijo el jefe, del lado izquierdo, del lado del corazón. Es que mi jefe, nosotros los chilenos somos puro corazón no más.”

EL BARCO MEJOR

(mentira de Adelaida Vargas, Villa O´Higgins; en Mansilla, 2000:p45)

“Y para mejor, el chileno es famoso, ha ganado el primer lugar en el mundo entero para mentir.

Hicieron una competencia entre Chile y Argentina: a quién decía la mentira más grande y empezaron. Dijo el argentino que no sé cuántas toneladas tenía un barco que construyeron en la Argentina y necesitaba muy poca agua para navegar. Entonces le dijo el chileno, pero chitas que sos mentiroso: en mi pago se construyó un barco de más calado y solamente necesita nada más que un poco de humedad para que ande.

Ahí se la ganó…”

EL RELOJ

(Mentira de Jorge Muñoz Padilla, Villa O´Higgins; en Mansilla, 2000:p46)

“Dejó colgado el reloj, mientras tomaba mate y churrasquiaba. Y después, ¡no se olvidó!, dejó colgado en ese arbolito, pero era chico. Como a los veinte años, volvió por ahí, pasó a alojar ahí mismo. Estaba tomando mate y sentía un ruidito, el árbol había crecido, el reloj estaba arriba y todavía estaba marchando.”

LOS PERROS BUENOS

(Mentira de Jorge Muñoz Padilla, Villa O´Higgins; en Mansilla, 2000:p47)

“Una vez habían tres viejos. En esos años había mucho gato montés, se dedicaba la gente a agarrar gatos, porque afuera se vendía mucho el cuero. Habían perros que eran cosa seria para correr los gatos. Y había un viejito…poco hablaba. Entonces los otros contaban hazañas de sus perros. De repente dijo el viejito éste, yo tengo dos perritos que también son bastante buenos para el gato. Allá en el campo, una mañana temprano corrieron un gato, no los encontré hasta el otro día: estaban adentro de un cañadón, el gato estaba empacado en un árbol y seguro los perritos se habían cansado tanto mirar para arriba, y habían buscado un horconcito cada uno y habían puesto la pera ahí para mirar para arriba.”

LA YUNTA DE PERROS

(Mentira de Jorge Muñoz Padilla, Villa O´Higgins; en Mansilla, 2000:p48)

“Y hubo un hombre que tenía una yunta de perros que eran muy buenos, según él, para el león: ésos seguían un león, no lo dejaban, amanecían un día o dos con él, empacados por ahí, si no llegaba él no lo dejaban.

Una vez iba cruzando una cordillera y se le fueron los perros con un león y los perdió. Nunca más los encontró a los perros. Se perdieron los perros con el león. Buscaba él por ahí, a ver si los sentía torear. Les preguntaba a los otros puesteros que habían por ahí, si habían sentido los perros.

Como al año, andaba en las cordilleras y sintió torear sus perros. Y se fue a ver, dice que los conoció en el torido. Se fue y cuando llegó ahí, los perros lo desconocieron, lo corrieron.

Andaban compañeros con el león. El león donde carneaba; los perros comían. Se habían hecho amigos con el león.”

EL SALTO DEL LEÓN

(Mentira de Jorge Muñoz Padilla, Villa O´Higgins; en Mansilla, 2000:p49)

“Cuando recién se hizo el matadero ahí, se hizo un banco aserradero. Entre toda la gente ayudaron a hacer eso. Cuando ya funcionó el aserradero y se comenzó a trabajar, el Alcalde hizo unos asados ahí y habían unos árboles grandes ahí (según Don Jorge, esos árboles tienen como veinte metros de altura). Estaba rodeado de árboles y se trató de las corridas de león en las conversaciones, y claro, el caballero éste, el Alcalde, se refirió a un hombre, y le dijo: usted que tiene más Patagonia, y ha agarrado tantos leones, cuánto saltará un león en un árbol de éstos, le dijo, cuántos metros saltará un león. Ahí me pilló, señor, yo no sé cuánto puede saltar un león sobre corriendo, porque yo una vez andaba corriendo un león, los perros lo andaban trayendo urgido y había un árbol como éstos y pegó un salto como para subir al árbol y se le hizo corto…pasó de largo para arriba el león.”

Mentiras tomadas de “Cinchando Pa´ No Aflojar”

IVANOFF, DANKA. 2001. CINCHANDO PA´NO AFLOJAR. COYHAIQUE: EDICIONES CRUZ DEL SUR DE LA TRAPANANDA. DUROS INVIERNOS (Mentira escuchada en Chile Chico; en Ivanoff, 2001:p109) “Fíjese amigo que en la década del treinta los inviernos eran terriblemente crudos. Hacía tanto, per tanto frío, que cuando uno conversaba en el campo con alguien, tenía que esperar la…

Mentiras tomadas de “Relatos Del Sur De Aysén”

MANSILLA, JOSÉ. 2000. RELATOS EN EL SUR DE AYSÉN. LOM EDICIONES LTDA. EL OJO (Mentira de Moisés Henríquez Urrea, Cochrane; en Mansilla, 2000:p43) “Un hombre, me contaba que fue a correr unos caballos a un cerro con otro, y salió corriendo el caballo falda abajo, llegaba a volar y en uno de esos saltos que…

Mentira tomada de “Patagonia Express”

SEPULVEDA, LUIS. 1995. PATAGONIA EXPRESS. EDITORIAL: TUSQUETS EDITORES S.A. EL PIOJO (Mentira de Isidoro Cruz, contada en una estancia en la zona norte del lago General Carrera; en Sepulveda, 1995) “Isidoro Cruz, de Las Heras, provincia del Chubut, se echa un largo trago de vino antes de empezar. Lo que voy a contar pasó hace algún…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Publicar comentario